El proyecto etnográfico-exploratorio busca indagar en la aplicación de los protocolos sobre prevención y control de gripe aviar en la Antártica de distintos países, en un contexto en que los Estados Consultivos no han establecido medidas o resoluciones sobre la materia en el marco de las Reuniones Consultivas del Tratado Antártico. A su regreso, las investigadoras buscarán desarrollar iniciativas vinculadas a incidencia pública.
Luego que en 2023 se detectara el primer brote de gripe aviar en la Antártica (islas Georgias del Sur), las abogadas Giovannina Sutherland Condorelli, Catalina Sepúlveda Illanes y María Jesús Maibe Muñoz, se reunieron con su mentor, Dr. Luis Valentín Ferrada, investigador principal del Instituto Milenio de Biodiversidad de Ecosistemas Antárticos y Subantárticos (BASE) y Director del Departamento de Derecho Internacional de la Universidad de Chile, quien ha estado supervisando y apoyando este proyecto a través de su línea de investigación sobre gobernanza antártica.
Desde la mirada de los 56 Estados Parte del Tratado Antártico, de los cuales 29 tienen estatus Consultivo (es decir, tienen derecho a voz y voto) las actividades en el continente helado fueron reguladas de forma disímil. También señalan las investigadoras adscritas del Instituto Milenio BASE: “Observamos que todos los países tenían distintos protocolos para enfrentar la emergencia sanitaria, y luego nos preguntamos por qué sucedía esto si -en teoría- el Tratado Antártico opera para todos sus miembros de la misma forma. Entonces, ¿por qué no se aplicaba un sistema estandarizado?”, señala la abogada Giovannina Sutherland, también Coordinadora del Programa de Estudios Antárticos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile.
“Esta investigación busca indagar las complejidades que enfrenta el Sistema del Tratado Antártico ante emergencias sanitarias. Ya vimos en 2020 que el COVID-19 era detectado en el continente, y no tenemos la certeza si en el futuro tendremos nuevas contingencias que impliquen una regulación global, en un escenario donde brotes y virus desconocen de límites y fronteras”, advierte Catalina Sepúlveda.
El Sistema del Tratado Antártico (STA), es un régimen de gobernanza que opera en el continente más austral del planeta. Este sistema de administración surge a partir del Tratado Antártico firmado el 1 de diciembre de 1959 en Washington, Estados Unidos. Un año antes, en 1958, se conformaría en La Haya el Comité Científico de Investigación Antártica o SCAR, por sus siglas en inglés. Entidad encargada de desarrollar y coordinar la investigación científica internacional en todo el continente, sus islas costeras y el Océano Austral circundante, incluida la llamada Corriente Circumpolar Antártica (CCA).
“El proyecto es parte de una iniciativa global interdisciplinaria que también busca comprender, desde las Ciencias Sociales y el Derecho, el quehacer científico en el sexto continente, la actividad turística y la realizada por operadores antárticos, en relación a la contingencia de la gripe aviar H5N1 en la Antártica”, detalla María Jesús Maibe.
La metodología de las abogadas, expertas en derecho antártico, busca aplicar herramientas de la etnografía, observación participante, y entrevistas en profundidad que permitan generar recomendaciones jurídicas al STA y sus miembros. A su regreso, además de desarrollar iniciativas de divulgación científica y conferencias académicas, esperan desarrollar recomendaciones internacionales para el SCAR, dentro del Comité Permanente de Humanidades y Ciencias Sociales.
La cronología del virus H5N1 en la Antártica registra su detección en octubre de 2023 en poblaciones de la especie skúa marrón. En Chile, la Delegación Presidencial Provincial de la Antártica Chilena realizó gestiones territoriales para abordar la emergencia a través de campañas informativas en Puerto Williams. Por otra parte, durante los primeros días de 2024, una expedición estratégica de contingencia llegó a la Antártica con el objetivo de realizar un trabajo de detección temprana y de vigilancia epidemiológica del virus, en coordinación con el Instituto Antártico Chileno (INACH).
Por: Nadia Politis
Fotografía portada: Las abogadas Giovannina Sutherland Condorelli, Catalina Sepúlveda Illanes y María Jesús Maibe Muñoz. Fotografía: Instituto Milenio BASE / N.Politis